14 mayo, 2007

Delincuencia.

El delito no se controla con represión dura, con garrotes , o con muerte.
El delito es un emergente de una sociedad que se encuentra alterada.
El hombre no es malo por naturaleza, ni esta biológicamente programado para agredir, robar o matar.
En su esencia natural, prioriza su subsistencia, y por medio de su inteligencia, busca las formas e instituciones que le permitan convivir armónicamente , sin diferencias degradantes con los demás.
Obviamente la realidad nos muestra ese otro contexto de que hablabamos, una sociedad que margina , una sociedad con alarmante diferencias sociales , de educación , y de acceso al conocimiento.
Mientras un sector se permite el lujo de investigar desde el origen mismo de nuestro ser, hasta el origen y destino del universo todo, otro sector, encuentra como único lujo el subsistir, el recibir una ración diario de alimento.

Y allí germina el delito, y fundamentalmente en nuestras comunidades del subdesarrollo, el delito llamado "social", aquel que delinque para subsistir, o porque no fue preparado para priorizar principios , que generalmente vulnera, para pasar a formar o a conformar la subcultura delincuente.El marginado.
Entramos entonces al sistema de represión del delito.
El imputado comienza a conocer , y la sociedad observa, las condiciones de detención, que rigen aún antes de demostrarse la culpabilidad del mismo.
Recordemos aquella frase que lamentablemente se repite a diario: "que se pudran en la cárcel", y literalmente es así.
Los calabozos de detención en la comisarias, en su enorme mayoría se encuentran sobresaturados, carentes de higiene y condiciones mínimas de habitabilidad.
De igual forma los institutos de detención.
El imputado, y el condenado, lejos de rehabilitarse, buscar replantear su actitud, reparar con su aislamiento el daño causado, comienza a acumular odios , rencores y resentimiento contra la sociedad, que a veces lo empuja al delito y luego lo castiga cruelmente.
Lejos, también, queda el principio constitucional: "las cárceles de la Nación serán sanas y limpias para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas".

Consecuentemente, corresponde hacer lugar al requerimiento de una urgente solución a la inseguridad imperante, a la delincuencia , y a toda transgresión a la
ley, pero corresponde también ser consecuente con los principios que juramos, sostenemos y que forman parte de nuestro plexo normativo, ello es, que los lugares de detención respeten la dignidad humana, que sean vehículos resocializadores para quienes caen en la delincuencia, mas allá de cualquier consideración sobre los motivos que le dieron origen.
Deben arbitrarse los recursos suficientes para dar contención adecuada a los procesados y detenidos, que la pena a cumplir no sea una tortura sino una forma de proteger al tejido social, desde la valoración de nuestras propias carencias, y la búsqueda de una adecuada reinserción social del interno.
No es con la dureza de las armas o el maltrato, como se controla el delito, sino con prevención, equidad social, educación,trabajo y cumplimiento irrestricto de la ley.
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Rodolfo 05-07