08 abril, 2006

EL MENOR SOSPECHADO

Ut sementem fecerem, ita metes.
Como siembres así recogerás.(Marco Tulio Cicerón)

En una reunión, de las que habitualmente celebrabamos con liberados condicionales, planteamos el interrogante de porque habían comenzado a delinquir.

Que causas los habían llevado al camino del delito.
En la reunión había tres jóvenes que estaban cumpliendo condenas por distintos delitos, y con asombro descubrimos que los tres dieron idéntica respuesta.
Los tres habían sido "menores sospechados", todos habían sentido profundamente la duda y la desconfianza en el hogar como una carga difícil de soportar.
A su turno cada uno comentó la impotencia y la bronca de sentirse sospechados, de sentir que en su hogar no eran creíbles, que eran depositarios de las dudas y las culpas.
Siempre existía el reproche, muchas veces injustificado, ¿ porqué ?
¿porque yo, porque no otro?
La sociedad, muchas veces también actúa así. Rotulamos, sospechamos, discriminamos, y no medimos las consecuencias.
Y las consecuencias son imprevisibles.

Algunos se angustian, otros se sienten humillados, otros lo superan con indiferencia, pero algunos reaccionan confirmando la sospecha, con una actitud contestataria y suicida.
Este es el caso que nos ocupa: menores que fueron sospechados y que hartos y humillados por esta continua desvalorización, cuando pueden, reaccionan contra el medio.
Ahora la desconfianza está justificada, alegan.

Se confirma el rótulo.
Esto no significa, que fatalmente, el sospechado termine delinquiendo, pero nos alerta de lo importante que son nuestras actitudes y respuestas ante los menores.
Esa arcilla que modelamos va a reflejar nuestras formas de vincularnos, el afecto, la dedicación, el tiempo que dedicamos y el trato y consideración que brindamos.
Aprendamos de las experiencias que cosechamos.

Un niño merece todo nuestro respeto y cuidado, y si no obramos de esta forma realmente hipotecamos su futuro y el nuestro.

Rodolfo.

15 comentarios:

Icy dijo...

Lo más terrible, mi querido Rodolfo, no es que hipotequemos nuestro futuro. Al no darle el respeto que un niño se merece, también estamos hipotecando el futuro de la nación.

Con nuestras acciones diarias, no sólo construímos nuestra vida, también el futuro de los próximos habitantes del país.

Interesante tu post... deja darle otra vuelta.

Un besito chileno!!!

Nos leemos.

Rodolfo N dijo...

Icy:
Y nuestros pueblos tienen realidades tan similares!
Gracias por tus visistas.
Besos.

paaa dijo...

Gracias por tu visita, en realidad ese poema está bastante mediocre (el mío) creo que deberé trabajarlo.
A todo estú sabes tú alguna dirección en la web donde hagan taducción español-latín.

Arlene Griselle dijo...

Caramba caballero, que gusto ha sido nuevamente leerlo.Muchos de estos jovenes son un reflejo de lo que somos como familia, de la educación que les damos, de nuestras propias frustraciones como padres. No los dejamos crecer adecuadamente por muchas razones y la mas cruel de ellas el repetirles constantemente que no son capazes de hacer nada bien porque no hacen las cosas como las haríamos nosotros. ¿Que será de nuestra juventud? Todavía confío en que pueda surgir un despertar de conciencia colectivo.

besos y abrazos

Karolina dijo...

Una vez más compruebo que debemos concentrarnos más en las personas y no tanto en sus actitudes, aunque finalmente somos lo que está en nuestro corazón y en algún momento aquello saldrá, no nos olvidemos de las personas que allí están.

Saludos cariñosos Rodolfo. Siempre es un agrado pasar por aquí.Que tengas un buena semana.

Karolina

Rodolfo N dijo...

Sang.
Me gustó tu blog.En cuanto a direcciones , sí y hay varias.Cariños


Griselle:
Estoy de acuerdo con vos.
Otra cosa: tu forma de hablar(escribir) me hace acordar a los estilos elegantes que se alejan (Caballero...de fina estampa, un lucero...al andar andar...)
Cariños.


Karolina:
Siempre un gusto tus opiniones y tu paso por aqui.
Un Abrazo

Batsi dijo...

Se dice, "ahora sí lo haré para que tenga razón". Todos nos sentimos indignados de que se dude de nuestra credibilidad.

Debemos darle a todos el privilegio de la duda, cuando no estamos seguros de algo. Asi no se acusa innecesariamente.

Ana Gabriela Ricciardi dijo...

Habría que solidarizarse con estos chicos y en vez de acusarlos, ayudarlos, darles la oportunidad, que destino triste les toca a algunos chicos, que diferencia con otros tantos que todo es risa, amor, comprensión, etc.

Dvelard dijo...

Desafortunadamente alguna vez un profesor de sociología confirmó mis terribles sospechas: Todos estamos condenados a ser lo que la sociedad espera de nosotros. Ahora, lo importante es determinar que detonante crea estas espectativas. ¿De donde nació la desconfianza hacia estos jóvenes?¿Fue acaso una señal que dispararon?¿Salieron perdiendo en una competencia por posiciones sociales más ventajosas? Quizás todo el misterio de la estimulación precoz sea el crear espectativas en el entorno del sujeto, pero eso nada más especulación...

Revisé sus tres blogs y este es mi favorito, felicitaciones.

Saludos desde Panamá para usted compatriota de mi muy admirado Carlos Gardel y toda la institución del Tango.

Rodolfo N dijo...

Guinevere:
Nunca acusar, menos juzgar apresuradamente.
Cariños


Gaby:
Es cierto y las diferencias existen lamentablemente.Besos


Daniel:
Gracias por pasar , y muchas de tus preguntas pueden tener respuesta. Un abrazo gardeliano, querido amigo

*Blue*Princess* dijo...

estoy de acuerdo con una frase que dijeron arriba lamentablemente
Todos estamos condenados a ser lo que la sociedad espera de nosotros

Rodolfo N dijo...

Blue.
Y puede ser, pero siempre se puede cambiar.

www.poemasparamiamor.blogspot.com dijo...

Rodolfo, he leido tus post de este blog, sobre todos los que estan aqui expuestos, y son post que nos ayudan a aprender, mucho de lo que aqui has escrito para mí han sido cosas nuevas, lo cual ayudan a alivianar mi ignorancia.
Gracias por tu visita a mi blog

anngiels

Rodolfo N dijo...

Anngiels:
Gracias y a mi me encanto lo tuyo.
Un cariño serrano y bahiense.

Nada dijo...

Sólo pasaba por aquí. Saludos.