17 enero, 2007

Esperanza

"¿Cual es el sueño de los que están despiertos?. La esperanza.
Carlomagno

"Es la segunda de las virtudes teologales .
Etimológicamente, la expresión proviene del latín "spes"
Es necesaria esta virtud para estar en estado de gracia, para alcanzar la salvación eterna.
Su fundamento esencial, es el poder de Dios, pero su fundamento humano es la posibilidad de encontrar un remedio a la angustía de existir.
El ser humano colabora en el plan Divino por medio de la esperanza de la salvación, y para ello utiliza su voluntad y razonamiento. De él depende valerse de la fe y la esperanza.
Relacionada estrechamente con la Fe, la Esperanza nos vincula absolutamente con Dios, pues para la concepción religiosa debemos confiar en El y ser fieles a El.
De allí, que desde esta visión quien carece de fe y de esperanza comete el pecado de desconfiar del mismo Dios.
La deseperación, tan humana, es una actitud en contra de la virtud y además genera una angustía y un temor difíciles de evitar.
El hombre no puede vivir sin esperanza.

Dios quiere la salvación humana (qui vult omnes homines salvos fieri)
No obstante nuestras tragedias, desencuentros y fracasos, nunca debemos perder la esperanza, debemos continuar bregando para obtener la felicidad ansiada.
"Petite et accipietis", pedid y os será dado.
En el extremo opuesto a lo expresado encontramos a Heidegger , dentro del existencialismo, con su visión deseperanzada y pesimista de la vida.
"El hombre rueda hacía la muerte", afirma.
Tiene sus raíces en la nada, por eso la sensación de muerte lo acecha permanentemente, pues "ser es morir".
" Ex nihilo omne ens qua ens fit" expone una filosofía angustiante.
"Nacer de la nada e ir a la nada".
La respuesta a esta afirmación es la esperanza...
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"Dum vita est spes est". Mientras hay vida hay esperanza
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Rodolfo 01-07