"Sólo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias, creándolas si no las encuentra."-George Bernard Shaw.
Corría el mes de agosto ...un grupo de madres desesperadas llega al Juzgado en búsqueda de justicia...
Buscaban algo casi imposible…
Concurrían sus hijos a un instituto Privado de Educación que había cerrado sus puertas, sin mediar ninguna explicación, y que había dejado a la deriva a los alumnos, y desolados a los padres.
La conclusión lógica era que se perdería el año lectivo.
Y aquí nos dejamos llevar por la tentación de decir SI, cuando el NO, era la posibilidad mas perfilada, y menos comprometida.
Escuchamos el problema, hecho que por sí sólo aflojó las tensiones.
El sentirse contenidos facilito la búsqueda de soluciones alternativas (originariamente planteaban un amparo, u otras acciones judiciales, resarcitorias).
Inmediatamente se puso en funcionamiento la red de contención del Juzgado. Logramos comunicarnos con el Organismo de Control de Enseñanza privada, pedimos mesura, prudencia y colaboración y desarrollamos las cuestiones a tratar:
1) Lugar físico para funcionar el Colegio;
2) Autorización del organismo de contralor;
3) Obtención de la documentación obrante en el Instituto cerrado;
4) Plan de funcionamiento de emergencia.
Con el innegable valor que tiene el poder disuasorio de la Justicia, los inconvenientes se fueron diluyendo y en menos de 24 hs. la actividad académica se había reiniciado.
El primer problema lo solucionamos obteniendo una dependencia contigua a nuestro Juzgado, y gracias a la buena voluntad de su dueño, quien de inmediato aceptó nuestro pedido.
La segunda cuestión se solucionó con una audiencia de conciliación en el Juzgado donde con el diálogo padres-autoridades-docentes, las respuestas imaginativas llegaron.
La tercera fue resuelta por una comisión de madres que se constituyó en esa misma audiencia, y que recupero la documentación.
Y el cuarto también se logró con el apoyo incondicional de los docentes.
Así, con la tutela del Juzgado, el Instituto logró seguir funcionando hasta cumplir el ciclo lectivo del ese año.
La utilización efectiva de la red permitió la reubicación de los alumnos -ya promovidos- a otros establecimientos educacionales de la zona.
En conclusión, lo que presagiaba como uno de los tantos dramas cotidianos pudo encauzarse en un ámbito de contención y comprensión que sirvió no sólo a esa comunidad educativa (valorizando la decaída imágen de la Justicia expulsiva y no comprometida), sino a nosotros, en una experiencia de participación inédita.
31 marzo, 2006
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