Es tan importante saber que siempre existe una esperanza, hasta el último minuto...
Siempre hay que seguir luchando por nuestras convicciones con nobleza y esperanza. No significa esta actitud, ser obsecado o necio y defender lo indefendible.
Simplemente tener internalizado que mas allá de nuestras debilidades, de nuestras humanas defecciones, debemos saber y creer que siempre hay una última oportunidad.
No darse por vencido, ni aún vencido, como decía en su memorable poema don Pedro Bonifacio Palacios "Almafuerte":
"No te des por vencido, ni aún vencido,
no te sientas esclavo, ni aún esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y acomete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido."
Y esto me trae el recuerdo de una leyenda que alguna vez leí y que hacía referencia a un joven honrado y virtuoso que fue acusado injustamente de haber matado a una doncella.
El verdadero autor del ilícito era una persona rica e influyente, amigo del Rey , y éste para salvarlo, hizo acusar del homicidio al mencionado joven.
El jóven fue apresado y enjuiciado.Llegado el momento del Veredicto, el Juez (también influenciado por el Rey) se dirigió al acusado y le dijo: Sabiendo que eres un hombre profundamente creyente en Dios, dejaremos que El dé el veredicto. Escribiremos en dos papeles distintos en uno la palabra Culpable y en el otro Inocente.Tú elegiras uno de los dos papeles .Si te toca el de culpable, iras a la horca.Si tomas el que dice inocente quedarás libre y recibiras una retribución por el trastorno.Dios decidirá tu destino !
Por supuesto que el jóven se dió cuenta enseguida que ambos papeles tendrían la misma leyenda:Culpable.
Entonces ,ante la espectativa general, cerró lo ojos, invoco la justicia de Dios, y tomó uno de los papeles y rápidamente se lo llevó a la boca ,deglutiéndolo.
Indignado el Juez furiosamente le increpó: ¿Y ahora como sabremos que decía el papel que elegiste?.
El jóven contestó: Muy fácil veamos que dice el papel que quedó...
.
Siempre hay que seguir luchando por nuestras convicciones con nobleza y esperanza. No significa esta actitud, ser obsecado o necio y defender lo indefendible.
Simplemente tener internalizado que mas allá de nuestras debilidades, de nuestras humanas defecciones, debemos saber y creer que siempre hay una última oportunidad.
No darse por vencido, ni aún vencido, como decía en su memorable poema don Pedro Bonifacio Palacios "Almafuerte":
"No te des por vencido, ni aún vencido,
no te sientas esclavo, ni aún esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo,
y acomete feroz, ya mal herido.
Ten el tesón del clavo enmohecido
que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde estupidez del pavo
que amaina su plumaje al primer ruido."
Y esto me trae el recuerdo de una leyenda que alguna vez leí y que hacía referencia a un joven honrado y virtuoso que fue acusado injustamente de haber matado a una doncella.
El verdadero autor del ilícito era una persona rica e influyente, amigo del Rey , y éste para salvarlo, hizo acusar del homicidio al mencionado joven.
El jóven fue apresado y enjuiciado.Llegado el momento del Veredicto, el Juez (también influenciado por el Rey) se dirigió al acusado y le dijo: Sabiendo que eres un hombre profundamente creyente en Dios, dejaremos que El dé el veredicto. Escribiremos en dos papeles distintos en uno la palabra Culpable y en el otro Inocente.Tú elegiras uno de los dos papeles .Si te toca el de culpable, iras a la horca.Si tomas el que dice inocente quedarás libre y recibiras una retribución por el trastorno.Dios decidirá tu destino !
Por supuesto que el jóven se dió cuenta enseguida que ambos papeles tendrían la misma leyenda:Culpable.
Entonces ,ante la espectativa general, cerró lo ojos, invoco la justicia de Dios, y tomó uno de los papeles y rápidamente se lo llevó a la boca ,deglutiéndolo.
Indignado el Juez furiosamente le increpó: ¿Y ahora como sabremos que decía el papel que elegiste?.
El jóven contestó: Muy fácil veamos que dice el papel que quedó...
.
Esta leyenda nos reafirma en lo importante que es confiar en Dios hasta el último momento y no darse por vencido, ni aún vencido...
.
Rodolfo
"Etsi homines falles deum tamen fallere non poteris"
"Etsi homines falles deum tamen fallere non poteris"
Aunque engañes a los hombres, a Dios no podrás engañarle
San Agustín -