Y te digo adiós...o hasta siempre , como a todas las cosas queridas que el tiempo se lleva.
Con tu perfume inicial de pampa y lanzas, que aún parece percibirse fantasmalmente en el interior de nuestra provincia...
Punto central del Centro Cívico, eje de la bellas plazas provincianas, voz de los que llevan de mochila su sencillez y pobreza...
Pero, querido Juzgado de Paz Letrado, también la voz de los que nunca escuchan, decidió tu destino...
Transformarte en un nuevo Juzgado Civil y Comercial.
La historia regada de notables pinturas de las primeras épocas del Derecho Patrio, con los Alcaldes de la Hermandad como noble precendente, guarda intactos tus valores fundacionales...
La Justicia ejercida desde el noble espíritu del "buen vecino" y su audacía en los tiempos del Indio en la vastedad del desierto, las historias de cautivas y las tropas...
Te reemplaza otro tipo de justicia, más fría y lejana, vinculada a la papelería abstracta y las contiendas económicas...
Tu nombre "Justicia de Paz" es la mejor síntesis de tu espíritu .
Encontrar soluciones simples a los conflictos triviales o engorrosos de la comunidad pueblerina, en el real ejercicio de la buena vecindad.
En nuestra historia profunda judicial, aparece en innumerables y sucesivos pantallazos, la figura del Juez de Paz estrechamente vinculado al orígen de nuestra nacionalidad, allí donde el humilde encontró siempre refugio aún con la ironía de José Hernandez en los sabios consejos del "Viejo Vizcacha": "Hacete amigo del Juez-No le dés de qué quejarse; y cuando quiera enojarse vos te debés encojer, pues siempre es güeno tener palenque ande ir a rascarse".
Me tocó en suerte ser el primer y único Juez de Paz Letrado de Lanús, te ví y ayudé a nacer, participé de tu desarrollo y ahora te acompaño en tu adiós...
Ahora mi nuevo Juzgado, pese a provocarme a desafíos distintos y proyectos diferentes, no puede evitarme navegar en los bellos recuerdos a esa Justicia simple e inmediata, vinculada al humilde, con aroma a tierra y pueblo...
Por eso, mi querido Juzgado de Paz, y salvando las distancias, hago míos los versos de Mariano Mores : "quizás tendré para enorgullecerme gloria y honor como nadie alcanzó sin embargo cuartito te lo juro nunca estuve tan triste como hoy ..."
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Rodolfo
24-6-2010
Coincido con vos, siempre pasan estas cosas
ResponderBorrarAdri
Qué entrañable despedida, ahora a habituarse a los cambios que, en definitiva la vida es un cambio constante. Qué sea con justicia y paz. Un abrazo.
ResponderBorrarAdri:
ResponderBorrarSiempre...sí
RosaMaría:
Gracias por tus palabras amiga.
Cariños