Seguimos tendencias o modas supuestamente virtuiosas, simplemente soteniendo los dichos o investigaciones de otros...
Creamos arquetipos, ídolos y próceres y los potenciamos con todos argumentos prestados o copiados.
Nada de rigor en la investigación histórica.Alguien que se destacó en alguna disciplina no tiene porque ser un virtuoso de todas...
Tenemos innumerable ejemplos a lo largo de la historia...
Paul Johnson, en su obra "Intelectuales" explica como occidente ha sacralizado individuos perfectamente normales, como "Santos", "genios Militares" o "artistas sublimes".
Se crea un arquetipo intelectual y revolucionario , se lo ensalza y se lo ofrece a la gente, que a su vez adhiere fervientemente a sus actos o dichos otorgándoles el carácter de guía espiritual o gurú.
Su conducta es siempre virtuosa. Sus frases algo originales :"Máximas".
No tienen defectos...
Aquí es donde Johnson desmenuza a muchos de estos "intelectuales" desde sus lados débiles: Marx un soberbio , Sartre casi tan ruin como "la nausea" de que hablaba, y tantos mas...
Es que a veces no coinciden la prédica con la conducta personal, el espíritu y las pasiones...
Tenemos cientos de ídolos de barro que no pueden soportar la rigurosidad de un archivo, o una investigación histórica.
Es que tenemos tanta necesidad de ellos ?
Como el bíblico episodio del becerro de oro ,hoy repetimos lo mismo, y no solamente por el avance de la idolatría, sino por crear ídolos de barro.
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Rodolfo