Para conlcuir con esta reseña de Los Pecados capitales, vamos a decir a modo de conclusión, que estos son vicios a que el ser humano, naturalmente tiene tendencia o inclinación.
Involucran al espíritu, al corazón, a la esencia de su ser
Como dijimos ya, Santo Tomás enumero siete Pecados Capitales: vanagloria (orgullo), avaricia,glotonería, lujuria, pereza, envidia, ira.
El séptimo fue señalado oportunamente por San Gregorio el Grande y fue sostenido por la mayoría de los teólogos medievales.
El concepto "capital" hace referencia a que da origen a otros pecados, es más, unos se nutren de los otros. Santo Tomás afirmaba que “un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera tal que, en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal”.
Ese deseo irrefrenable , es un sentimiento, mas allá de la cosa o la idea deseada.
Ingresando ya específicamente al concepto de "Envidia", el septimo de los pecados capitales, podemos definirla como la desazón o el desagrado que provoca un bien o una situación ajena: "tristia de bono alteriusin quantum est diminutivum propiae gloriae et excellentiae”
De esta manera, para saber si la envidia es una falta moral, es necesario investigar el verdadero motivo que produce la tristeza .
La envidia es una emoción experimentada por aquel que desea intensamente algo poseído por otro. Su fundamento es el afán de poseer , de obtener algo, que otro posee, pero no hurtarlo o robarlo, es decir no quitárselo, sino tener algo similar o mejor.
Provoca una sensación de desasosiego y a veces agresiva con los demás, por ese deseo vehemente de poseer lo que otros tienen, y al que no se tiene acceso.
También la envidia la podríamos encontrar en mitos como el de Caín y Abel que aparece en el Génesis de la Biblia, donde se explicita la rivalidad entre la vida nómade y sedentaria de pastores y agricultores en los pueblos semíticos.
Miguel de Unamuno afirmaba que la envidia era un rasgo típico de los españoles y escribió para ejemplificarlo su novela Abel Sánchez, en el que el protagonista, trabaja para el bien de sus semejantes y recibe ingratitud como respuesta, en cambio quien dá titulo a la obra, recibe recompensa y afecto por lo que no ha hecho.
Cabe acotar que la Envidia es consecuencia de la elaboración psicológica de procesos inherentes al desarrolo y evolución humana , como son: el deseo y la comparación.
Desear , tener objetivos para progresar y evolucionar.
Comparar, para medirnos, para comprobarnos, respecto a los demás.
Por ello hay que desarrollar desde nuestra infancia, el control de estos motores de desarrollo: deseo y comparación, para que en sus justos términos, sean vehículo de crecimiento del ser humano, y no factor degradante de su personalidad.
Rodolfo 10-06
Me encanto! La verdad aprendi algo nuevo hoy, porque no sabia que se llamaban pecados capitales por la explicacion que nos diste..
ResponderBorrarBueno un placer pasar por aqui, siempre aprendo algo nuevo!
Cariñosssss
LUZ
La envidia, gracias al cielo no la poseo, o al menos aun no la experimento.
ResponderBorrarUn gran abrazo.
Querido amigo: Esta breve descripción de los pecados capitales me ha gustado mucho, y la he disfutado de igual manera. Creo que en la medida en que comprendamos y estudiemos nuestras debilididades y miserias, seremos capaces de combatirlas o mantenerlas a buen resguardo... de nosotros mismos. Te envío un caluroso abrazo, desde México, una patria que desgraciadamente, sufre de todos los pecados capitales... C.
ResponderBorrarAmigo querido,no sabes lo mal que yo lo e pasado, por causa de la envidia y es horrible, cuando eso lo sientes a cada momento.como que estan esperando que te caigas para hundirte y reirse en tu cara.un abrazo grande.......pasare otro dia a visitarte......
ResponderBorrarLlego un poco tarde a tu serie de los pecados capitales. He llegado a la envidia, pecado o defecto muy extendido entre los seres humanos. Se conforma en forma de enfermedad del ánimo. Se desea lo que otro posee. El envidiado no tiene conciencia del proceso y no entiende qué le pasa al envidioso. Sólo percibe su mala voluntad, su malhumor, su mal ánimo... Muchos de los que atacan la envidia, he constatado que son los mayores envidiosos. La envidia es profundamente humana, forma parte de nuestra entraña más íntima. Es difícil desembarazarse de ella. Nos nutre, nos distorsiona. Nadie es totalmente inmune a ella.
ResponderBorrarLuz:
ResponderBorrarEs un placer que vengas a menudo.
Cariños
Eleanor:
Es una suerte no caer en ella.
Gracias.
Ciro:
Querido amigo, un gusto verte por aqui. La realidad latinoamericana es muy similar.
Un abrazo
xsiempre:
Es cierto lo que decis.A veces resulta muy triste.
Gracias amiga.
Un abrazo
Joselu:
Que gusto verte!.
Es tan cierto. La envidia carcome el alma., pero lamentablemente es una realidad humana.
Saludos
Si supieras todos los sufrimientos que me han ocasionado las personas envidiosas!!!
ResponderBorrarTE FELICITO por plantear este tema tan penoso... que sólo desgasta la existencia toda, de esas personas.
cariños
ANDREA
BUENAS NOCHES CABALLERO, pase a saludar,ya que al parecer usted ya me tiene en sus olvidos.......un abrazo grande.........
ResponderBorrarRecordé algo que hice en mi infancia para vencer a la envidia y era que cada vez que ésta seasomaba yo me guardaba una piedrecita en el bolsillo, por la noche hacía recuento de ellsa...llegó un momento en que se me olvidó mirar y contarlas....posiblemente no percibiera ya ese peso. Lo cierto es que me sirvió bastante, hoy día a veces hace su aparición una tenue envidia sana pero no me corroe.
ResponderBorrarSaludos y buen domingo.
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ResponderBorrarAndrea:
ResponderBorrarMe alegro. Bienvenida y gracias por tus palabras.
Cariños
xsiempre:
Gracias por tu saludo. Nunca olvido visitar a los amigos, pero es cierto, a veces con demora.
Cariños
Glauca:
Que interesante forma de dominarse.
Gracias por tu paso,y
Cariños
Querido Rodolfo
ResponderBorrarSomos todos pecadores. É bom cultivar as virtudes e controlar impulsos negativos.
Felizmente hoje em dia estamos sendo reprogramados para saber que cada ser é único em sua importância e na sua diferenciação. Isso deve ser valorizado desde que alguém nasce. Teremos assim uma sociedade melhor.
Finalizando, nossos pecados não devem ser como sombras colocadas sobre os demais, mas motivo de auto-reflexão e aceitação de nós mesmos.
Besos! Felicidades!
gracias por ir a mi blog...
ResponderBorraryo felíz que me incorpores a tus links.
pasaré pronto por aquí y tus otros blogs.
un abrazo
ANDREA
Ruth:
ResponderBorrarEsa sociedad mejor es posible. Gracias por tus palabras.
Beijos
Andrea:
Gracias y bienvenida.
Cariños
La envidia tiene dos extremos: uno es ruidoso y descubre a quién la sufre. EL otro, parece silencio absoluto, negación de ella, pero la sabiduría popular, pontifica: que ruidoso que es el silencio del envidioso!...
ResponderBorrarEl estudio sobre los pecados capitales que nos has entregado, es una muy buena vuelta de tuerca.
Dilaca:
ResponderBorrarGracias, y muy cierta tu afirmación.
Cariños
bueno la envidia ya lo que me da es risa!!! si me tienen envidia problema de ellos
ResponderBorrarsi soy yo que la siento pues que amargo sentimiento dentro de mi
Que curioso… que llegue justamente a tu blog cuando estas escribiendo sobre la envidia… mi pecado capital predilecto… luego viene la avaricia… Creo que sin duda es un pecado, que es un sentimiento o un deseo en si destructivo y enajenador, pero también puede llegar a ser un motor de superación y búsqueda. No soy muy entendido, pero lo digo desde la experiencia… la envidia, frente a un modelo a seguir, en ocasiones nos lleva por un buen camino… siempre tomando en cuenta que las cosas hay que tomarlas con cierta flexibilidad…
ResponderBorrarSaludos del Kiltro, que pasó y posteó una banalidad…
Blue:
ResponderBorrarEs cierto, preferible soprtar la envidia a ser envidioso
Cariños
Entropia:
Me parece que lo tuyo es un saludable intento de superación, lejano a la envidia.Comparar para crecer.
Saludos
Mi pregunta es: ¿existe sana envidia?
ResponderBorrarCreo que una cosa es el afán de superarse a sí mismo y otro es el de superar al vecino.
Pienso que mientras el afán de superación es positivo, el afán de tener y ser más que el vecino no es positivo en absoluto.
Gracias, Rodolfo por tu visita a mi bitácora.
Carlos:
ResponderBorrarDe acuerdo contigo.
Gracias por pasar por aqui.
Saludos