20 octubre, 2005

EL MIEDO: FACTOR PARALIZANTE

¿Ud. alguna vez sintió miedo? ...
realmente sintió miedo?.
Entonces va a comprender la situación extremadamente difícil que atraviesa , generalmente , la mujer, en situaciones de crisis familiares.
Como en muchas otras situaciones, aquí tampoco hay igualdad.
Generalmente el hombre resuelve su conflicto , con mas celeridad, menos culpa, y sobre todo "sin miedo". La mujer generalmente, el principal obstáculo que encuentra, para redefinir la situación familiar ,desde una óptica de sanidad, es el miedo. Un miedo que aterroriza, que paraliza, que las hace prisioneras de por vida.
Y ese miedo se manifiesta respecto, no sólo en el aspecto físico, sino en el "que dirán", en la casa, en la oficina, en el barrio.
Se manifiesta también como miedo al futuro, por déficit de formación, o falta de recursos económicos.
Teme también por el porvenir de sus hijos, pero fundamentalmente el miedo aflora como un terror a ser lastimada, atacada, despreciada, olvidada.
Muchas veces el temor les hace esconder la situación. Basta una mirada para que callen. Basta un gesto para que se mientan o mientan.
Se acostumbran a "soportar" estoicamente su destino.
Aferrarse a su rol de madre, y de esposa complaciente. Desaparecen como personas libres.
Hacen realmente votos de obediencia y dolor, y nosotros muchas veces no las comprendemos . Y tantas veces habremos dicho: ¿Cómo es que soportan?. ¿por algo será?. ¿Cómo es que no buscan ayuda?.
No lo hacen porque el temor o el terror las paralizan. Esta es la cuestión primordial.
De allí la necesidad de poner en superficie este problema gravísimo de nuestra sociedad.
De allí la necesidad de campañas masivas de información.
De allí la necesidad de centros de contención para poder plantear "su libertad" desde un lugar seguro.
Quien no ha sentido ese miedo, no lo puede muchas veces comprender.
Ayudar a vencer el miedo, proteger y contener, es tarea a la que debemos abocarnos, con todo nuestro esfuerzo.

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