metáforicamente hablando, un anhelo, una ilusión generalmente inalcanzable.
Esotéricamente vinculado a designios siniestros o supersticiones ha transitado por todas las culturas conociéndoselos también como "fuegos de San Telmo", "luz mala", etc.
En realidad se lo ha explicado científicamente como el resultado de la combustión de ciertos materiales que contienen fósforo, elemento generalmente en estado de putrefacción de los que emanan gases, que en determinadas condiciones, al inflamarse forman pequeñas llamas que se mueven a escasa distancia del suelo .
De allí que generalmente se ha visualizado la existencia de estas "luces fantasmagóricas " en cementerios y lugares oscuros .
Esto ha provocado su vinculación con leyendas de muertos o espíritus perturbados que se hacían visibles en las noches a los ocasionales transeúntes provocándoles el pánico consiguiente.
Pero en realidad nosotros lo vinculamos a cosas o aventuras inalcanzables.
Emprendimientos condenados al fracaso inexorablemente.
Muchas veces perseguimos "fuegos fatuos", en forma empecinada , olvidando poner los pies en la tierra y asumir la realidad tal cual es.
Es loable soñar y creer, buscar un mundo ideal , desarrollar nuestras fantasías, sentirnos dueños del mundo...
Pero también es indispensable generar bases sólidas, evitar caer en deslumbramientos y visualizar espejismos.
Cuanto mas alto volemos, tal vez es mas dura la caida...
A veces (aunque no creo que sea mi caso) hay que soñar un poco menos, porque la realidad nos puede dar un "tirón de orejas"
.
Rodolfo.
.
"Nuestras ilusiones no tienen límites; probamos mil veces la amargura del cáliz y, sin embargo, volvemos a arrimar nuestros labios a su borde."
.
"Nuestras ilusiones no tienen límites; probamos mil veces la amargura del cáliz y, sin embargo, volvemos a arrimar nuestros labios a su borde."
Chateaubriand