Ya hablamos de pecados capitales como aquellos a que esta naturalmente inclinado el hombre, por su naturaleza humana.
Ellos logran vencerse por medio de la virtud.
Las virtudes teologales ,"Fe, Esperanza y Caridad", nos permiten obrar en el sentido descripto.
Permiten al ser humano obrar conforme los designios divinos y merecer la vida eterna.
Comenzaremos con la "Fe".
Tener fe es confiar, creer, admitir lo que otro manifiesta sin mas pruebas que su palabra.
Generalmente aquel en quien se cree, se hace acreedor, con sus actitudes a ser confiable.
En todos los órdenes de la vida, la fe es necesaria.
Para la vida en pareja- para neutralizar los celos-, para la relación laboral-confiar en la palabra y los hechos de empleados yempresarios; para vivir en un estado de derecho, confiando en nuestros representantes
Creer en la ley y la justicia humana , mas allá de sus defectos e inobservancias.
Es indispensable creer en el otro, para obrar libremente, sin desconfianzas que alteran la vida en común.
Para quitarnos el peso de la duda...
Hablamos de fe divina cuando la persona en quien se cree es precisamente Dios, fuente de toda razón y justicia
También hablamos de la fe en el otro, en la persona humana.
La diferencia es obvia. La fe en Dios es absoluta (para el creyente).Nunca puede existir duda.
La fe en el otro ser humano está condicionada a la naturaleza humana
La fe divina ( virtud teologal ) nos habilita para reconocer y creer en Dios, en la Iglesia , y sus enseñanzas.
Por medio de la fe en Dios vivimos y aceptamos sus designios, aún los que no entendemos o nos parecen inexplicables, absurdos o injustos.
Obramos en estado de gracia.
Todo lo que Dios dispone está bien, y así debe ser aceptado.
Son designios divinos, mas allá de de la razón, sin perjuicio de su estudio o análisis.
Es comprensible la duda o desazón, y ya lo dijo Jesús "hombre si fe, echa la red, y pesca otra vez..."
Es indispensable creer. Es nuestra ayuda para vivir.
La Iglesia enseña que hay que defender la fe especialmente cuando se la pone en duda (declaración sobre la libertad religiosa.Dignitatis Humanae)
Sin embargo, en nuestro mundo actual, real y conflictivo es muy cierto que es sumamente difícil sostener la fe teologal, sostener las esperanzas depositadas "en el otro".
Tantas veces el ser humano defrauda las expectativas puestas en él, o en sus actos !
Pero esa realidad, cierta, tangible, dolorosa, no puede ser tan fuerte que abata la fortaleza de nuestro espíritu en la búsqueda permanente de la armonía y la paz.
Y para ello es fundamental tener fe, creer, caer y volver a levantarse, vivir en positivo.
Nunca mejor ocasiòn, el comienzo de un nuevo año, para hacer renacer la esperanza y la fe.
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"La fe es el comienzo de la salvación humana" (San Fulgencio).
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Rodolfo 31-12-06